Nido de Ratones

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Víctor González (escritor)

¿Cuál era su libro favorito de niño?

No sé, la verdad. Creo que sería El libro de la Selva que mi madre me regaló en mi décimo cumpleaños. Me dejó elegirlo a mi solo, por primera vez, en una librería de Ourense que se llamaba y se llama Tanco. Todavía conservo el ejemplar, es una edición de Gustavo Gili y tiene en la portada una foto en blanco y negro de Sabú, aquel actor indio que protagonizó la película de Hollywood El libro de la Selva, de los hermanos Korda. Digo que este sería mi libro favorito porque fue el primero que elegí solo, sin consejos de mis padres o de mi hermano , y porque es un libro de casi trescientas páginas y sin ilustraciones, elección que a mis diez años sorprendió (supongo que no mucho) a mi madre. Actualmente en mi biblioteca tengo un estante con mis libros favoritos que incluye ese ejemplar, El principito, Reflejos en un ojo dorado, de Carson McCullers, Reencuentro, de Fred Ulhman, La Virgen de los sicarios, de Antonio Vallejo, o El Museo Pictórico y Escala Óptica, de Antonio Palomino, entre otros. O sea que lo del libro favorito es un lío. En fin, bobadas aparte a estas alturas supongo que la respuesta directa a la pregunta es El libro de la Selva.

¿Recuerda algún libro ilustrado con especial cariño?

No recuerdo muchos libros ilustrados de cuando era niño. Hace unos años alguien me regaló el Animalario Universal del Profesor Revillod, uno de esos libros con ilustraciones de animales cuyas páginas están cortadas en varias partes, así que combinándolas a tu antojo puedes crear otros animales absurdos. De niño tuve un libro así, también encuadernado con gusanillo y también de animales, con las hojas cortadas en dos partes de forma que moviéndolas y combinándolas podías hacer una vaca con cola de pez, un armadillo-colibrí o un camello-pájaro. Creo que ese es el libro ilustrado de mi infancia que más recuerdo, pero por supuesto no recuerdo su título ni su autor o autores. Era el típico libro que hoy diríamos... anónimo.

¿Quién le recomendaba libros cuando era pequeño?

Nadie.

¿Leía a escondidas?

Constantemente y en todas partes.

¿Se compraba sus libros, iba a la biblioteca, tenía libros en casa…?

Sí a las tres preguntas. Y de adolescente, no ya de niño, no solo los compraba sino que también los robaba. He robado muchos libros.

¿Tiene alguna anécdota de cuando era pequeño relacionada con los libros?

Sí. Mi madre tenía una pequeña biblioteca de best sellers de los sesenta que yo leía subrepticiamente simulando que estudiaba. Los escondía en un hueco que había bajo la mesa del comedor. Aquel comedor que no se usaba nunca salvo cuando venían invitados era el lugar de estudio en el que sobre la mesa yo tenía abierto el libro de mates o de lo que fuera todo el día y el otro libro debajo, en mis rodillas. Una vez mi madre me sorprendió a mis once años más o menos, con El abogado del diablo, de Morris West, en las manos. Me lo quitó, me riñó y me prohibió volver a coger ninguno de aquellos libros de la estantería (por cierto que tenía que subirme a una silla para cogerlos). Lo que no sabía ella era que aquel libro era el último, yo ya había leído, sin entender nada por supuesto, toda la colección: Sinhué el egipcio, Cuerpos y almas, Los pájaros, de Daphne du Maurier, y otros muchos más. Así que la anécdota sería en realidad aquel misterioso, mágico y generoso hueco de madera debajo de la mesa en el que yo escondía el libro.

¿Qué tres libros para niños recomendaría?

Ni idea. No sabría hacer eso. Me tiraría sin pensarlo a la piscina (quizá vacía) de los clásicos: El principito, Las aventuras de Tom Sawyer y La isla del tesoro, por decir algo. Este tipo de preguntas son terribles ¿solo tres? ¿Y dónde se quedan Alicia, Matilda, El pequeño Nicolás, todos los de Blyton o los cómics como Astérix, Tintín, los Marvel, etc.? La pregunta, con perdón, debería ser otra: ¿qué mil libros para niños recomendaría? Claro que me llevaría una semana contestar así que entiendo la limitación a tres. Bien pensado.

Algunas ediciones nuevas de libros antiguos retocan los textos para que resulten políticamente correctos. Es el caso de Los cinco, de Enid Blyton. ¿Qué le parece?

Una estupidez. Ya digo que yo, por suerte, leí Sinhué el egipcio a los diez años, al mismo tiempo que leía Los Cinco en la isla Kirrin. Con eso lo digo todo. Hay una frase en una novela que me encanta, no la recuerdo con exactitud y no voy a buscarla ahora así que pido disculpas si no está bien, es de Hucklberry Finn al principio, cuando se reúne toda la pandilla, Huck, Tom, etc., y alguien dice "¿A qué tipo de negocios se va a dedicar esta cuadrilla?" (no olvidemos que los críos tienen doce o catorce años) y Tom responde inmediatamente sin dudarlo: "A nada, salvo robos y asesinatos". Retocar y cambiar los libros de esa forma, por razones supuestamente políticamente correctas, solo responde a la estupidez de quienes lo hacen y es una falta de respeto hacia los autores y hacia los lectores, sean estos niños o grandes.

¿Cree que está bien planteado el tema de la lectura en el colegio?

No sé nada de eso. No soy maestro. Por mis libros muchas personas me tienen por un autor de literatura digamos infantil o juvenil, pero no es así. Yo solo escribo y en mi caso se dio la casualidad de que mis libros los publicaron editoriales más o menos centradas en ese tipo de literatura, infantil/juvenil, pero la gente que me lee, sean niños o mayores, suele decir que no lo es. Y no tengo ni idea de cómo es el tema de la lectura en los colegios. Ni tampoco de cómo debería ser. Lo siento. Supongo que debería de ser ¿completamente libre?

¿Cómo enfoca el tema de la lectura con sus hijos?

Lamentablemente no tengo hijos. Ya me gustaría tenerlos, pero solo tengo ahijados a los que adoro. Pero ahora mismo tengo un chihuahua (vale, ya sé que no es un hijo) que me regalaron hace un mes, así que de vez en cuando le leo clásicos grecolatinos en voz alta. ¡Y le gustan! Su favorito es Marcial. Le encantan los epigramas. Por cierto, el cachorrito se llama Atticus. ¿Les suena de algo? ¡Guau!

Sobre Victor González

Víctor González nació en Ourense (España) en 1960. Ha sido fotógrafo de moda, diseñador gráfico, ilustrador y director creativo publicitario. Como escritor ha publicado El río que se secaba los jueves y El hombre sin ayer en la editorial Anaya; y El Hacedor de reyes y otros cuentos en la editorial Pearson, además de otros libros para Kindle en Amazon. Actualmente también es columnista de opinión en el diario La Región de Ourense. Además ha escrito una novela juvenil de fantasía, una Crónica de Indias, libros sobre gastronomía y varios ensayos humorísticos.